La Neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes,
entrega a través de sus libros, las claves
a padres, profesores y cualquier adulto
que se relacione con los niños,
para guiarlos, en su formación emocional
y desarrollar sus talentos y potenciarlos
sin hacerles perder su propia alma infantil.
He aquí algunas herramientas para que tengamos
una comunicación afectiva y efectiva con ellos.
CAPITULO I
El intelecto emocional se nutre de afecto
Grave error es negar las emociones en las aulas
o sobredimensionar la disciplina en la casa
es erróneo y potenciar la negatividad en la sociedad
con una alta tasa de fracasos, problemas escolares,
delitos, violencia social, divorcios, inestabilidad laboral,
constantes horas al psicólogo por infantojuvenil y adulto.
Por ejemplo un recién nacido experimenta
un extremo miedo al cambiar del útero materno
a un mundo lleno de estímulos nuevos y desconocidos
para él, ruidos, olores, temperatura, luces, transformando
muchas veces la calma en rabia. Pero, una vez atendido
por su madre vuelve la calma, alegría y se sienten confortados.
Estas primeras emociones se denominan Emociones Primarias,
que no son concientes y nos acompañan durante toda nuestra vida.
Como cuando los adultos nos sentimos amenazados. incomprendidos
y abandonados, nos invade el miedo, desamparo, rabia,
pero, cuando nos consuelan, nos aseguran que somos queridos
y valorados y nos alegramos y encontramos la calma.
Entonces, no olvidemos que las vías de expresión emocional,
son el lenguaje verbal y no verbal.
La expresión facial, el lenguaje corporal, los calificadores vocales
y las conductas o comportamientos.
